martes, 4 de diciembre de 2007



FIGURA DEL DIA

Diego Alfonso Rodríguez Romero

Joven y talentoso escritor venezolano de 15 años y residente de Argentina desde hace cinco, Diego Alfonso Rodríguez Romero se ha convertido en una auténtica celebridad del mundo intelectual argentino desde que en la Feria del Libro de Buenos Aires, en mayo de este año, participara como el autor más joven y porque “lleva sobre sus hombros el mérito de escribir e ilustrar sus propias historias”. Con su rostro adolescente, parecido a la imagen de Harry Potter, Diego relata que “Las aventuras de Doña Despiste”, libro publicado por la editorial argentina Dunken, surgió cuando intentaba redactar argumentos o historietas. “A raíz de una tarea encomendada en una de las clases, escribí sobre un bruja desmemoriada, y así nace Doña Despiste como mi primera historia”. Como manera de trabajo, Diego suele hacer primero las ilustraciones. “Tengo que verlo antes de escribir”. Cuenta Diego que comenzó a escribir a los diez años, aunque a los siete ya esbozaba historietas, descubriendo así la magia de las ilustraciones a manera de cuadritos de cómics. Sus primeros personajes fueron Don Juan y Felipe, “una especie de dibujos animados sobre un señor rico (Don Juan) y su torpe mayordomo (Felipe), que nunca atinaba a hacer nada bien y siempre metía en problemas a su empleador”. Diego convirtió a esta pareja en cortometrajes, gracias a un curso de animación fílmica que dictaron en su colegio, cuando llegó a Argentina. Diego sigue siendo “la misma persona” pese a los reconocimientos y confiesa no estar “acostumbrado” a encararse con los medios.
Goza de un tutor literario en Buenos Aires. “Se llama Jorge Rulfi, es un escritor reconocido allá y se reúne con Diego cada dos semanas. Él le hace correcciones, tiene charlas y se divierten”. Sus influencias literarias se pasean por Gabriel García Márquez, Isabel Allende y Edgar Allan Poe. A nivel musical sus padres lo definen como un “fanático de Los Beatles, Soda Stereo, Juanes y Diego Torres”. Además de ser un joven atípico para su edad, su multifacética personalidad cuenta con otros factores. Su padre lo define como un muchacho excéntrico, ya que colecciona dinosaurios, piedras semipreciosas, pequeños carritos y es un gran amante de las antigüedades. Viviendo su primer éxito literario, Diego comenta que posteriormente le gustaría dedicarse a la dirección de cine o al film animation. Y es que considera que debe explotar todas sus facetas, lo más posible. “Una de mis preocupaciones es el temor a, algún día, perder la creatividad, y si ser adulto significa perderla, no quisiera crecer”. Fuentes: El Universal / El Mundo IMG