sábado, 11 de diciembre de 2010

de la Gaceta

Vargas Llosa ya es uno de los gigantes de la literatura mundial



Sábado 11 de Diciembre de 2010
El "sastrecillo valiente" recibió el galardón.



ACTO. El rey de suecia entrega la medalla y el diploma al escritor peruano. REUTERS


ESTOCOLMO.- Mario Vargas Llosa ya es oficialmente Nobel. "Acérquese y reciba el Premio Nobel de la Literatura de este año de la mano de su majestad el rey!", lo invitó en castellano a pasar adelante el escritor Per Wästerg, presidente del Comité Nobel de la Academia Sueca. El galardón es el broche de oro para una larga carrera literaria. Vargas Llosa, uno de los premiados más indiscutidos en círculos literarios de los últimos años, era considerado desde hace tiempo uno de los "candidatos eternos" al galardón, condenado quizá a no recibirlo nunca por sus posiciones políticas. El escritor, al que sus amigos llamaban el "sartrecillo valiente" por el fervor con el que leía al francés Jean-Paul Sartre en su juventud, quedó en el centro de atención en el mundo hispanohablante.
"Es la noticia del año en Latinoamérica", afirmó David Betancourt, un estudiante colombiano de 22 años de intercambio en Estocolmo. Pese a la inclemencia del invierno escandinavo, esperó a la entrada del banquete ofrecido a los premiados de este año la posibilidad de ver a Vargas Llosa. Algunos de sus compatriotas llegaron al acto vestidos con trajes típicos de su país. Vestido él mismo con un frac de gala negro, Vargas Llosa fue el quinto premiado de este año en recibir de manos del rey Carlos XVI Gustavo la medalla y el diploma que lo acreditan como flamante Nobel de Literatura. Entre el público estaba su familia. Su esposa, Patricia, a la que él dedicó unas emotivas palabras durante su discurso, estaba en tercera fila, junto a sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana. "La escritura de Mario Vargas Llosa ha formado nuestra imagen de Sudámérica y tiene su propio capítulo en la historia de la literatura contemporánea", homenajeó Wästerg al escritor peruano en el breve discurso laudatorio en lengua sueca con el que lo presentó en la Konserhuset, la imponente sala azul donde se entregan todos los años los Nobel. (DPA)