miércoles, 9 de julio de 2008

at. Aracelli Otamendi -Archivos del Sur-

Prilidiano Pueyrredón ---¡FELIZ DÍA DE LA PATRIA!!


Acerca de la creación del Himno nacional argentino

Algo de Historia
Estimados amigos:
En esta nueva sección que he llamado Algo de historia, se irán publicando textos, seguramente fragmentos y ensayos relacionados con la historia argentina.
En vísperas del 9 de Julio. Día de la Independencia, he rescatado este texto relacionado con la creación de nuestro Himno nacional, del libro “Buenos Aires, desde 70 años atrás” de José A. Wilde.
He elegido a este autor, porque, aunque no nació en la ciudad de Quilmes como yo, sí desarrolló su actividad profesional en dicha ciudad, donde murió.
Araceli Otamendi
8 de julio de 2008
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1813- Mayo de 1813
Siendo el doctor don Vicente López y Planes, miembro de la Asamblea General Constituyente del Río de la Plata, se lo comisionó para proyectar un Himno Nacional, habiendo obtenido al efecto todos los votos menos 3 ó 4 que hubo a favor de Fr. Cayetano Rodríguez; fue presentado por aquél, el grandioso canto que empieza:
“Oíd mortales, el grito sagrado,
Libertad, libertad, libertad…”
En la sesión del 14 de mayo de 1816, fue aprobado por aclamación, y declarado el único Himno Nacional del Estado.
Había en la sola aclamación de ese Himno, una verdadera declaración de Independencia, al menos en esta poderosa estrofa:
Ya su trono dignísimo abrieron
Las provincias unidas del Sur;
Y los libres del mundo responden,
Al gran pueblo argentino, salud.”
Para colmo de acierto, si ningún poeta del mundo podía haber traducido, con más inspiración que López, el pensamiento de un pueblo ávido de libertad, ningún músico habría sabido comprender mejor al poeta. Y sin embargo, no era americano: era un catalán, llamado don Blas Parera, que pocos años después regresó a España, donde es probable guardase el incógnito como autor, o mejor dicho, reo de aquella obra guerrera de arte, que por cierto equivalía al delito de suministrar armas al enemigo: tan poderosa ha debido ser, en efecto, la influencia de esa música llena de magnetismo, tocada en nuestros ejércitos…”
© José A. Wilde
Del libro:
Buenos Aires desde setenta años atrás (1810-1880)
Editorial Universitaria de Buenos Aires
José A. Wilde nació en Buenos Aires en 1813. Era hijo de don Santiago Spencer Wilde, quien llegó a Buenos Aires cuando comenzaba el siglo XIX, donde casó en segundas nupcias con mujer criolla. De tal matrimonio nació José Antonio.
Su padre, a quien se le otorgó la ciudadanía argentina en 1817, fue escritor, educador, periodista, funcionario, hombre de negocios y comediógrafo. Se recuerda que en el Coliseo (Teatro Argentino) dio a conocer en 1818 dos piezas tituladas Las dos tocayas y la Quincallería. Formó parte de la Sociedad del Buen Gusto y fundó El Argos.
José Antonio fue médico como su sobrino Eduardo, el autor de Aguas abajo. Se doctoró en 1858, y como profesional gozó siempre de un gran renombre tanto por su dedicación cuando por su saber y don de humanidad, que le hicieron bendecir con frecuencia el rancho de los pobladores humildes.
Cuando se graduó se instaló en Quilmes donde fue miembro de la municipalidad. Allí fundó, en 1873, el primer periódico que se publicó en la zona: El Progreso de Quilmes.
En 1884 sucedió a don Manuel Ricardo Trilles en la dirección de la Biblioteca Nacional y, cuando mayor era su entusiasmo y tomaba acertadas providencias para emprender las tareas de reorganización general, murió en forma repentina, el médico y el ciudadano benefactor de Quilmes, donde falleció el 14 de enero de 1885.