domingo, 1 de abril de 2007

Fuente: Clarin


3. Las palabras nuevas
Sudaquia:
bua bua
Este es un blog que se llama Sudaquia: la palabra blog no existía hace diez años, la palabra Sudaquia no existía hace uno. Se ha dicho que el idioma cambia, evoluciona, que cada tanto se van incorporando nuevas palabras al diccionario porque las que existen se agotan o se aburren o se jubilan; o porque empiezan a existir cosas raras que antes no existían y entonces a esas cosas raras hay que ponerles nombre. Se supone que nombrar algo que no tiene nombre está bien para un idioma porque lo enriquece; y que lo malo es cuando uno se roba una palabra de otra lengua y la usa para nombrar algo que ya tiene nombre en su idioma original: eso no es cool.
El congreso de la lengua, entre otras cosas, sirve para saber qué nuevas palabras –neologismos– están circulando por ahí y si vale la pena o no incluirlas en el diccionario. Este año hicieron un ejercicio con niños colombianos, de entre 9 y 13 años, y les preguntaron que palabras querrían agregarle al idioma. Ellos se las inventaron todas:
Lunereza: la pereza de los lunes para ir al colegio.Frispiro: el suspiro que uno lanza cuando se baña con agua fría. Clasbur: clase aburrida con ese profesor. Perensar: la pereza de pensar. Bicinetiar: un juego donde uno monta la bicicleta y arrastra al otro que está en patines...
Hay que ver cuáles son los criterio de la Real Academia para darle cabida a un neologismo en el diccionario, pero si además de que los use mucha gente otro es que se entienda tan bien que casi no necesite explicación, lunereza sería la palabra mejor hecha del mundo, y los niños colombianos serían honorabilísimos miembros del comité del español.
¿Qué palabras nuevas, o inventadas, te gustaría incluir en el diccionario?

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